Aún recuerdo cuando llego a mis manos "The Wall" (formato de dos cassettes), tenía tan solo 12 años y fue mi inicio con Pink Floyd. Sin dudas es una de las obras conceputales más maravillosas que dió el rock y ayer las 42000 personas que nos dirigimos a River pudimos apreciarla de una manera inmejorable. Por supuesto, que todos hubiesemos preferido haber presenciado este show por la banda original, pero Waters es The Wall, su creador, es un obra máxima y refleja parte de lo que es él.
Un estadio colmado en sus plateas y cabeceras, el campo vip también lo estaba, aunque esta vez no se utilizó el llamado "campo trasero" y tampoco algunas plateas, porque colocaron en el campo 3 torres que tapaban todo el escenario, algo que no se tuvo en cuenta, porque habia mucha gente parada ó siendo reubicada en otro sector, como siempre el que pierde es el que paga ($900 en este caso)
Casi como lo indicaba el ticket, 21.15 aproximadamente, luego de que una voz en off indicará al público que no había problema con sacar fotos, pero que no utlizarán en flash, el show dió comienzo y las explosiones (que asustarón a varios), dieron inicio a "In The Flesh?". Desde el primer tema ya se podía ver la increible pantalla que se reflejaba en "el muro", con una calidad de imagen en alta definición, debo confesar que me erizo la piel, una apertura para la emoción. Como todos sabiamos (creo), el show era integra y solamente "The Wall" de punta a punta, sin bises ni sorpresas, aunque quizás a lo largo de los próximos shows quién dice que no las allá (el rumor de David Gilmour anda dando vueltas, pero no hay nada concreto)
Después del gran comienzo, en donde el avión estalla y se incendia sobre el escenario, comenzamos a sumergirnos en la vida de este muchacho llamado Pink. La primera ovación y en donde se pudo sentir a la gente fue en "Another Brick In The Wall" en sus dos partes, con los chicos sobre el escenario y el muñeco del maestro, mucho más logrado que el de aquellos shows de 1980. Luego de entablar contacto con la gente agredeciendo, dedicó el show a los desaparecidos en nuestra dictadura e inmediantamente se despachó con "Mother".
Para reemplazar da David Gilmour en donde hace las primeras voces, Robbie Wyckoff fue quién se hizo cargo a la perfección y Dave Kilmister junto con el veterano Snowy White, (quien estuvo en aquellas míticas presentaciones en vivo)suplieron a la perfección las intervenciones de guitarra de Gilmour, sobre todo en los solos.
Un intervalo de 15 minutos, nos dió descanso para reponernos de la primera parte. La segunda arranca con otra de las perlas del álbum, "Hey You", con el muro levantando en su totalidad (a medida que iban pasando las canciones iban armándolo). Otra de las grandes canciones de la noche fue "Nobody Home" cantada por Waters desde un living que sale del muro, para dar lugar a las emotivas "Vera" y "Bring The Boys Back Home" con imágenes muy emotivas reflejadas en el muro.
Después de "ABITW", la más coreada de la noche fue "Comfortably Numb", el muro, Waters y luego desde arriba aparecieron Wyckoff y Kilmister. Con la gente en el bolsillo y un cerdo (globo) que volaba por los aires, que luego fue destrozado como carniceros por la gente del campo vip, no se si fue casual o un error, pero terminó cayendo sobre el público.
Sin dudas la mayor atracción del show pasa por las pantallas, cada ladrillo es individual y pueden proyectarse todos juntos o por separado, en cuanto al sonido no hay reproches, de todos los costados del estadio, todo muy bien estudiado y organizado.
Mr. Waters se encuentra (por lo menos ayer), en perfecto estado, ¡tiene 68 años! y su desgarrada y sentida voz la tiene intacta, cosa que sinceramente me sorprendió. En cuanto a la banda, acompañan sin demasiados lucimientos salvo los músicos que antes mencione.
¿Qué más puedo agregar?.... la verdad es que no conte todo, cada canción es una sorpresa, pero no se las quiero arruinar, vayan preparados para ver un show único, que seguramente jamás volverán a ver uno igual. Un show menos, ¡te quedan 8 Roger!
