Luego de la visita del año pasado (la cual me perdí) la banda inglesa volvió a nuestro país para presentar el reciente lanzamiento "Best Sounds", un disco en su mayoría regrabaciones del periodo post Fish y con el plus de tener regrabada "Kayleigh" con la voz de Steve Hogarth.
Con un colmado Teatro Gran Rex la banda se hizo presente con "Gaza", la extensa canción que abre su último disco de estudio "Sounds That Can't Be Made", luego dos de las mas hermosas canciones del grupo "Easter" y "Beatiful" fueron hechas seguidas para después volver al reciente lanzamiento de estudio con "Power".
El sonido fue mejorando a medida que avanzaba el show, lentamente H se iba a convertir en la figura del show, no solo por lo que canto sino también por su conexión con la gente, no paro un segundo y demostro estar en un estado físico envidiable. El show continuó con "Man Of A Thousand Faces", seguida de "No One Can", para seguir metiéndose al público en el bolsillo.
Si es un show de clasicos no podian obviar el periodo con Fish y de esa etapa sonó primero "War Wet Circles" y "That Time Of The Night (The Short Straw)", luego con la ayuda del público se dio comienzo a "Cover My Eyes (Pain And Heaven)" y del grandioso "Seasons End" sono "The Uninvited Guest" y sin respiro "Hooks In You".
La entrega del grupo fue plena, Hogarth se llevo todas las miradas, pero las intervenciones de Steve Rothery con su guitarra son un sello único, tocando con una tranquilidad pocas veces vista, Mark Kelly sin buscar ser un Emerson o Banks, con el paso del tiempo logro su propio estilo y la base ritmica formada por el bajo de Pete Trewavas y la bateria Ian Mosley, es extremadamente solida y precisa.
Los primeros bises estuvieron dedicados al inmortal "Misplaced Childhood" con "Kayleigh", "Lavender" y "Heart Of Lothian", los temas mas cantados de la velada y para el bis final la banda se hizo presente y dieron comienzo a "Sugar Mice" con Steve Hogarth cantándola entre el público de la platea. El final de este show inolvidable estuvo a cargo de "Neverland" del disco "Marbles".
Hay que decir que fue un show de puros clásicos, mechados con algunas piezas nuevas, pero sin baches ni puntos flojos, solo como reproche podría decir que me falto algo de "Brave" para que sea el show soñado, pero es solo una pequeña queja de fanático.
Un show que seguramente quedará en la memoria de todos los que llenamos el teatro y por supuesto esperamos que se haga costumbre esto de venir una vez por año, hace bien al corazón ver a Marillion, una de las bandas más influyentes e importantes del rock sinfónico.