Suecia no solo da buenas bandas de hard rock y AOR, también tiene una selección de bandas progresivas de primer nivel desde los veteranos Kaipa, pasando por los gigantes The Flower Kings hasta los muchachos de A.C.T.
Entre tantas bandas aparecen estos Moon Safari, que vienen batallando hace unos años desde el debut "A Doorway To Summer" del 2005, luego vino "Blomljud" en el 2008 y el hasta ahora último disco "Lover's End", que significo un paso gigante para el grupo, dejando de lado las composiciones largas, para darle lugar a canciones mas simples y de fácil asimilación. Luego de tremendo álbum (disco en vivo y EP en el medio), aparece este nuevo registro "Himlabacken Vol. 1" (Heaven Hill), que sigue manteniendo la esencia del grupo, y el estilo de "Lover's End", centrar sus canciones en pegadizas melodías y cargadas de maravillosos arreglos de voces, que son marca registrada de la banda. La calidad compositiva no la perdieron y siguen afilados para atrapar y deleitar a los amantes del rock progresivo melódico.
El disco comienza con "Kids" plagado de voces angelicales que gobiernan los 2 gloriosos minutos que erizan la piel, seguido viene "Too Young To Say Goodbye", con un arranque instrumental poderoso (solo de guitarra muy a lo Steve Rothery) y épico, hasta que las voces se hacen presente y comienzan a cautivarte, redondeando un estribillo de lo mas pegadizo del disco.
Prepárensen para lo que sigue, "Mega Moon" (quizás "la" canción del disco), una pieza sublime y variada, que rescata lo mejor del Queen de los setentas, pasando por pasajes progresivos que recuerdan a los primeros años de Spock's Beard y algo de Gentle Giant en los arreglos vocales, es increíble que estos casi 9 minutos se pasen volando, un buen signo.
"Barfly" es una especie de The Beatles sinfónicos, otra de las grandes influencias de esta banda, donde las voces dirigen la canción, comandadas por la voz de Petter Sandström, que hace un trabajo brillante.
Si hay que presentar una canción para definir a este grupo, esa es "Red White Blues", esta banda es de las pocas que logran captar la esencia de las armonías vocales de Yes sin llegar a la copia y ni que hablar de las ejecuciones, el solo de guitarra de Pontus Åkesson se lleva todos los aplausos.
"My Little Man", es sencillamente una canción de las más sentimentales, dedicada por Pontus a su hijo recién nacido, perfectamente expresada, con la simpleza que destaca al grupo.
Llegando al final, nos cruzaremos con "Diamonds", la canción donde demuestran que en sus instrumentos son muy técnicos, seguramente la pieza mas elaborada de "Himlabacken Vol. 1" y que recuerda a los primeros discos.
Lamentablemente en "Sugar Band", tenemos el final, es un disco corto, como en las épocas del vinilo que apenas si llegaban a los 45 minutos. Esta última canción, la más larga de la placa, es atrapante de primera oída, otra vez ronda por los aires el fantasma de Freddie Mercury, pero hay lugar para todo en esta obra.
Si pensaste que con "Lover's End" habían llegado a su techo compositivo, prepárate para porque nuevamente Moon Safari sigue demostrando que se pueden hacer canciones simples y accesibles en el rock progresivo.