Los chicos de Thabu dan su segunda entrega bajo el nombre de “Reborn” , luego del debut del 2008 “La Opresión de lo Inevitable”. Pasaron los años y algunas modificaciones en el line-up, pero ya afirmados en un cuarteto editan este disco con un aire renovado en su estilo. Ahora la banda en relación al debut, han abandonado esa extrema e innecesaria complejidad que reinaba en aquel material para amoldarse a un estilo más directo y rabioso, eso sí sin perder su esencia virtuosa, sobre todo de su guitarrista Santiago Díaz Garce.
El cambio más notorio pasa por la nueva incorporación del vocalista el chileno James Robledo que tiene un parecido enorme con Russell Allen de Symphony X, banda referente por donde los chicos intentan armar su renacimiento. Desde el comienzo con “A Game Of Lies” dejan traslucir lo ligado que están a los muchachos de New Jersey, pero no por esto vamos a privarnos de escuchar y apreciar algunas canciones que marcan la diferencia y nos muestran una gran dosis de buen gusto como en “Fictionating The Present” en donde Robledo literalmente deja la vida, “Leaving The Roots” es otra de las destacadas con gran protagonismo del teclado y otra gran intervención de Robledo mostrando todo lo que puede hacer con la voz. El material es variado dentro de lo que el estilo acepta, y como demostración de la amplitud de los chicos, se despachan con “Violentango” de Astor Piazzola con bandoneón incluido en una versión metalera.
El disco es más que recomendable (personalmente me gustaría que se sacudan un poco las influencias que se notan demasiado), sobre todo si el power progresivo es tu estilo favorito.
El cambio más notorio pasa por la nueva incorporación del vocalista el chileno James Robledo que tiene un parecido enorme con Russell Allen de Symphony X, banda referente por donde los chicos intentan armar su renacimiento. Desde el comienzo con “A Game Of Lies” dejan traslucir lo ligado que están a los muchachos de New Jersey, pero no por esto vamos a privarnos de escuchar y apreciar algunas canciones que marcan la diferencia y nos muestran una gran dosis de buen gusto como en “Fictionating The Present” en donde Robledo literalmente deja la vida, “Leaving The Roots” es otra de las destacadas con gran protagonismo del teclado y otra gran intervención de Robledo mostrando todo lo que puede hacer con la voz. El material es variado dentro de lo que el estilo acepta, y como demostración de la amplitud de los chicos, se despachan con “Violentango” de Astor Piazzola con bandoneón incluido en una versión metalera.
El disco es más que recomendable (personalmente me gustaría que se sacudan un poco las influencias que se notan demasiado), sobre todo si el power progresivo es tu estilo favorito.