martes, 15 de mayo de 2012

Reseñas de Discos: CRYPTIC VISION "Of Infinite Possibilities" (ProgRock Records 2012)

Con “Of Infinite Possibilities”, la banda completa la trilogía iniciada con “Moments of Clarity” (2003) y luego con “In A World”(2007), de este viaje espiritual y reflexivo. Pasaron varios años y pocas novedades tuvimos de esta agrupación que mezcla la técnica de un Rush o Dream Theater, con arreglos vocales a lo Yes o Spock’s Beard y el sentimiento en las melodías de un Kansas o Styx. Personalmente una de mis bandas preferidas de los últimos tiempos, y con esta nueva entrega siguen manteniendo el nivel logrado en los discos anteriores, por lo que no defraudará a sus seguidores.
Bajo la dirección de Rick Duncan, baterista y compositor de casi todo el material, junto con su socio el vocalista Todd Plant (Millenium, Eyeswitness) encararon la parte final de la trilogía con mucho cuidado y balanceando el material. Desde el comienzo con “Singularity”, rescatando cierto sabor al rock progresivo de los 70’s con una base intrincada pero a la vez con una línea melódica accesible. Sin respiro se engancha “Staring Gun”, puro hard progresivo, que a mí me vuela la cabeza, con tumbadoras acompañando en la parte final, dándole un toque personal, como lo hizo Kansas en su mega clásico "Carry On My Wayward Son".
Un papel importante tienen los teclados de Howard Helm , y en “The Secret”, ganan un gran protagonismo. Una de las características que me atraen de estos muchachos, es su simpatía por el AOR y eso se nota en sus composiciones, ya que son una banda que le da prioridad a la canción, como en “Affecting Time” o “Real Magic”. Encontraremos también algunas canciones como “Obsolete” o “MTheory”, que de primeras oídas parecen no tener ningún atractivo, pero con el paso de las escuchas van tomando otro color. Para demostrar la variedad del álbum, podemos escuchar a “Lucid Dream”, que se acerca al Genesis acústico de los primero años con algo del cuelgue “a lo Floyd”.
En el tramo final del disco tenemos a “Flash of Life”, un instrumental con el sello de Dream Theater, luego aparece “Other Side”, un típico tema de CV que reúne sus principales influencias y para el final el plato fuerte del álbum, la canción que le da nombre al álbum, una suite épica de 20 minutos (dividida en tres partes), que hará las delicias de los fans del  progresivo, y como si esto fuese poco cuenta con el violín de David Ragsdale (Kansas), uno de los tantos invitados del disco junto a John LeBlanc, Gary Shutt , entre otros.
Uno de los discos más esperados por mí (lamentablemente), porque es una de esas bandas que merecerían tener mejor suerte y obtener un reconocimiento por lo logrado. Por ahora y luego de varios años, siguen a la sombra y sin conseguir la atención merecida, pero con esta joya quizás empiecen a abrirse puertas que antes las tenían cerradas. Disco que va derecho al podio de lo mejor del año.





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