Otro exponente del rock americano que supo tener su éxito en los 80’s fueron los Loverboy. La banda conserva casi toda su formación original con Mike Reno en voz, Paul Dean en guitarras, Doug Jonson en teclados y Matt Frenette en batería, más el bajista Ken “Spider” Sinnaeve que reemplazo a Scott Smith. Con más de 30 años de carrera, la banda lanza un “grande éxitos”, con dos particularidades, una que los clásicos del grupo fueron regrabados (bajo la producción de Bob Rock) y la otra es que incluye tres canciones nuevas (“Rock ‘N’ Roll Revival”, “No Tomorrow” y “Heartbreaker”), que si bien no aportan demasiado al mundo de Loverboy, son aceptables.
Después se encontraran con todos los mega hits del grupo basados en sus primeros cuatro discos.
Por eso escucharemos regrabaciones de sus primeros éxitos como "The Kid Is Hot Tonite", “Always on My Mind” y “Turn To Loose” del disco debut “Loverboy” del 80, pasando por “Get Lucky” del 81 con “Working For The Weekend”, “When It’s Over” y “Lucky Ones”.
Pasamos a 1983 con “Keep It True” y aquí nos regalan “Hot Girls In Love” y “Queen Of The Broken Hearts” y por ultimo y curiosamente de “Lovin’ Every Minute Of It” el tema que da nombre al álbum solamente, sin contar además que dejaron de lado otro álbum interesante como “Wildside”, aunque no tiene la magia y grandeza de los anteriores.
El grupo siguiendo casi al pie de la letra las composiciones originales, vuelven a recrear estas piezas inolvidables para los amantes del rock melódico, ¿es lo mismo?, por supuesto que no, son adaptaciones que suenan actuales, nada más, hay una mejora en el sonido por supuesto, aunque a veces es un ingrediente atractivo para entender determinada época de la música (sobre todo la de los 80’s), pero más allá de esto no encontrarán diferencias.
No me he fijado, pero esta banda como la gran mayoría de los grupos de otras décadas, tienen una larga lista de “grandes éxitos” editados, y el haber incluido nuevas canciones y regrabado algunos hits le da un valor interesante para el fan, que seguramente no va a poder dejar pasar este álbum.
Los veteranos podrán redescubrir y volver a escuchar aquellos temas con los que deliraban en su adolescencia y los más novatos en el género, que piensan que el AOR es solo Journey o Survivor, se pueden sumergir en el mundo Loverboy, con lo más destacado de su carrera
Si extrañas a Harem Scarem (el de los últimos discos), seguro “Living In Yesterday”, el segundo intento solista del cantante Harry Hess, será de tu agrado, no solo por lo estrictamente musical, sino porque en el disco participan sus antiguos compañeros de grupo como Pete Lesperance en guitarras, Creighton Doane en baterías y Darren Smith en coros. Ya que hable de invitados, no puedo dejar de mencionar que Tommy Denander, Howie Simon, Magnus Karlsson colaboran con sus guitarras y entre otros la voz de la gran Marcie Free aparece de fondo en algunas canciones. El propio Hess se encargo de los teclados como así también de algunas guitarras y por supuesto de las composiciones. Es inevitable no ligar su personal voz con su exgrupo, y creo que él tampoco quiere desligarse.
Por esto, en el transcurso de “Living In Yesterday”, encontrarán resabios de “Rubber”, “Overload” y porque no algo de “Weight Of The World” y ciertos pasajes intrincados pueden recordar a “The Voice Of Reason”.
Desde el comienzo con la canción que titula al álbum los fans del hard rock melódico van a delirar al igual que con “Nothing’s Last Forever” o “I Don’t Wanna Want You”.
Hay también composiciones más reposadas y poperas en donde Hess deja relucir su amor por las baladas como en “It’s Over” o “What If” ambas con arreglos de cuerdas a cargo de Pete Whitfield.
Este álbum es un digno sucesor del anterior “Just Another Day” del 2003 y también comparable con First Signal la banda de estudio que le armo el sello Frontiers Records en el 2010.
Acá no van a descubrir nada nuevo, si a un artista de primer nivel, que se niega a desaparecer y por suerte nos sigue dando buenos discos, atrás quedaron los años dorados de los primeros discos de Harem Scarem, cuando le volaron los sesos a más de uno con su personal propuesta de hard rock/AOR, pero el presente no es malo.
Harry Hess sigue manteniendo el espíritu vivo de Harem Scarem, una banda que por ahora descansa en paz, pero quien dice que algún momento resucite, por el momento hay que conformarse con “Living In Yesterday”, que no defraudará.
Personalmente tenía muchas expectativas con el lanzamiento de este “Bleed & Scream” sencillamente porque la banda ECLIPSE desde el debut “The Truth And A Little More” fue avanzando y progresando hasta dar con “Are You Ready To Rock” (que hasta ahora era el último disco) donde tocaron techo y demostraron al mundo del hard rock melódico que son una banda para tener en cuenta. “Bleed & Scream” es un disco demoledor de principio a fin, con estribillos ultra gancheros, bases rockeras, riffs de guitarra afilados para cortar cabezas y por supuestos algunos momentos más calmos para sedar a la fiera, aunque son los menos.
Desde el arranque con “Wake Me Up” los suecos te hacen agitar la cabeza con su hard rock potente y de un sonido actual, una de las grandes cualidades que tiene este grupo que no intenta sonar como en los 80’s, aunque el espíritu de esa época dorada esta presente siempre.
Siguen rodando las cabezas con la canción que da nombre al álbum y pegado dos de las mejores composiciones del disco, una es “Ain’t Dead Yet” (rozando el power metal, sin dar respiros donde Erik Mårtenssom pone a prueba su registro y demuestra que tiene para pelar, como en todo el álbum) y la otra es “Battlegrounds” (con el espiritu celta de “Over The Hill And Far Away” del gran Gary Moore o “Red” de Ten, para levantar la espada y salir a combatir ¡temazo!).
La semi balada “A Bitter Taste”, es otro gran ejemplo del trabajo vocal de Erik, pero como mencione antes, pocos son los momentos relajados del disco y por eso la poderosa “Falling Down” dice presente junto al medio tempo “S.O.S”, sacando a relucir la influencia sueca de Last Autumn’s Dream y por supuesto el alma ochentona del viejo Europe se pasea por todo el álbum.
Estos muchachos no te dan descanso y siguen tirando pirotecnia con “Take Back The Fear” y “The Unspoken Heroes”, llegando al final nos encontramos con otra balada, “About To Break” y el cierre a puro hard rock con “Alter The End Of World”.
En fin muchachos, acá tienen un disco sin rellenos con un sonido impecable y con unos músicos de primer nivel como Magnus Henriksson con sus riffs inmortales, la base potente basada en Robban Bäck, un baterista ajustadísimo, las intervenciones épicas de Johan Berlin con sus teclados y el ya nombrado Mårtenssom, que además de cantar, grabo guitarras y todos los bajos.
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