jueves, 5 de abril de 2012

Reseñas de Discos: FLYING COLORS - "Flying Colors" (Radiant Records 2012)

Finalmente salió a la luz el disco debut de este super grupo formado por Steve Morse en guitarra, Neal Morse en teclados y voces, Dave LaRue en bajo, Casey McPherson en voz líder y guitarras y Mike Portnoy en la bateria y voces. Es imposible que estos nombres no generen una gran expectativa, porque salvo por la voz líder, todos los otros componentes son músicos ya consagrados.
El material es muy variado, va desde el rock progresivo hasta el pop sin ningún problema. El comienzo y el final ("Blue Ocean" y "Infinite Fire"), son las piezas progresivas del disco que seguramente ganarán el corazón de los seguidores de esta gente, en donde se nota la mano de Neal Morse quien además aporta con su voz. Después hallaremos material que suena por ejemplo a U2 como la pegadiza "The Storm" o "Shoulda Coulda Woulda" que tiene mucho de Muse, aunque cuando aparece Steve Morse marca la diferencia y se nota que musicalmente no esta muy empapado con este tipo de composiciones, pero las sobre lleva con maestria. Mis oídos estaban expectantes a ver como sonaba esta fusión de grandes músicos, pero sobre todo y porque no conocía al cantante, el cual debo decir que me sorprendío gratamente, con un una voz sencilla y a la vez emotiva y atrapante que en "Kayla" puede apreciarce a la perfección (uno de mis temas favoritos).
Las influencias en este disco parece no querer esconderse y constantemente a medida que van pasando las canciones encontramos homenajes como en "Love is What I’m Waiting For" que es una mezcla de The Beatles con el viejo Queen. Las piezas más calmas pasan por "Better Than Walking Away" y "Everything Changes" esta última con un solo de guitarra que solo Steve Morse puede hacer, puro sentimiento. Para escuchar lo variado del material que no se encasilla en ningún estilo tenemos a la rabiosa "All Falls Down" y la sencilla "Fool in My Heart" con Mike Portnoy haciendose cargo de la parte vocal, que sorprenderá a más de uno.
Confieso que me costo introducirme en el álbum, quizás porque esperaba algo más ligado al rock progresivo clásico en donde el virtuosimo iba a reinar, pero con el paso de las escuchas se hace cada vez más adictivo, y esto se debe en gran parte a la variedad de estilos que tiene el disco. Un serio candidato para los discos del año.

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