Una de las bandas más importantes del metal sueco volvió a pisar por segunda vez nuestro país, estoy hablando de Opeth, una banda que comenzó haciendo death metal para transitar por el metal progresivo y en esta última entrega (“Heritage”) muestran una nueva faceta inmersos dentro de un estilo retro y obviando las voces podridas.
La velada en el Teatro de Flores la abrieron los veteranos Presto Vivace demostrando las intrincadas y excesivas complejidades de sus canciones que en esta oportunidad fueron solo tres, destacándose “La Dictadura de las Máquinas” del segundo disco “Utopías Color Esmeralda”, aunque lamentablemente con un sonido muy malo, como suele ocurrir con los soportes, hasta le cerraron el telón finalizando la última canción.
Luego de una corta espera, se apagaron las luces y el quinteto sueco se hizo presente en escena con “The Devil’s Orchad” pegado de "I Feel The Dark" del último material comprandose al público desde los primeros acordes. El setlist estuvo orientado al material menos pesado y extremo del grupo, donde la voz de Åkerfeldt brilla por su suavidad. Así desfilaron "Face To Melinda", "Windowpane" y "Burden", entre otras. Pero el costado agresivo y extremo, aún no lo pueden dejar de lado y por la reacción de la gente es sin dudas el más querido por eso la banda dejó para el final este tipo de composiciones en donde tuvieron lugar "The Grand Conjuration" y "The Drappery Falls", dejando para lo último a la explosiva "Deliverance", que enloqueció a la gente.
Tengo que destacar varias cosas: el sonido del grupo, que como pocas bandas pudieron sonar muy bien en este recinto, la comunicación de su líder con la gente que fue perfecta y las intervenciones de los demás integrantes que estuvieron a la altura de lo que representa el grupo en la actualidad para los fans del metal progresivo.
Segunda visita de Opeth (primera para mí),que más allá de los gustos de cada uno, no se puede dejar de lado que es una de las bandas más interesantes y que mayor evolución tuvo en los últimos tiempos.
Agradecimiento especial a Marcela Scorsa y a todo ICARUS MUSIC.
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