..."Políticas de porcelana, sobre un suelo de marfíl... hombre, vuelve al río". La Secuela no van de farol. No, amigo. Dan nombres, claman, reclaman y no esconden la testa en la alcantarilla. Sacuden, arremeten, marcan a hierro y, por si fuera poco, también les da tiempo a dibujar un paisaje sonoro excitante, a abrir una novedosa forma de tratar el Art Rock. El autoeditado 'Teleprompter' es una certera bofetada de realidad progresiva, un sugerente ejercicio de libre pensamiento, una inteligente reivindicación y una fresca demostración de buen gusto. No soy capaz de recordar un debut tan sólido como este en el panorama Rock argentino en los últimos veinte años. El quinteto saluda desde el sur de Buenos Aires, concretamente del verde barrio de Parque Patricios. Guido Rodriguez espanta las injustas arremetidas del poder establecido a hostia limpia, a golpe de letra y verso y además trata las teclas con hechizante maestría, Arahí Pinto Castro, a la voz, viste de terciopelo unas letras formidables y se pluriemplea como gurú espiritual, Mariano Pesci al bajo y Santiago Aguilar a las baquetas conforman una imaginativa, precisa y más que solvente base rítmica haciendo de soporte perfecto y molde maestro para que Guillermo Solís a las guitarras arranque, acelere, temporice, contemporice, coloree y dé forma a un sonido espectacular. A una nueva y fresca manera de hacer Rock Progresivo.
Nuevos y frescos pero con herencia. Con empaque y con unas increíbles tablas para su juventud. Ecos de los grandes del Rock Nacional, indisimulada querencia Jazzy en más de un pasaje, Pop de orfebre, arrebatos de Prog contemporáneo, actuales e inteligentemente irreverentes guiños a las postproducciones y overdubs de Zappa y latentes pinceladas de Rock Clásico en las guitarras. Complicados de clasificar. Genuinos. Pero, sobretodo, fáciles de disfrutar.
'...Y Los Santos Juegan A Las Escondidas' abre exultante el disco. Un sonido cristalino llama poderosamente la atención. Uno se espera cualquier cosa de las autoproducciones, en este caso la sorpresa es categóricamente positiva. Letras con carga social y denuncia abren paso a una suerte de estudio para teclas y base rítmica, fenomenal trabajo a los parches, en forma de medio tiempo progresivo con exquisito uso de teclas 'preseteadas' en los 'sintes' analógicos y aportaciones diferenciales de la guitarra. Ya hacia el final los músicos se enzarzan en un sublime diálogo elevando tempo y dejando al oyente con ganas de más...
'Columna De Pez' aparece y su elegante aire Caravanesco acaricia con su soplo cálido y amable. Algo que parece un Moog hace estelares apariciones a lo largo de un delicioso tema, con alma Jazz, que podría haber cantado perfectamente un Charly García en sus momentos más reposados, si es que alguna vez los tuvo. Arahí no canta amigos, traslada... Y reconforta.
Amo 'Los Dueños'... Sí, amo esa en apariencia inofensiva cancioncilla pero que acaba por hacerte prisionero de su encantadora atmósfera. Más reivindicación. Teclas expansivas y fraseos de guitarra con un breve solo 'Gilmouriano' hacia el final que pone el colofón a una extraordinaria composición de actual Rock Progresivo con querencia Pop. "...Lo individual es canalla... Lo exclusivo es muerte". Si nos atenemos a eso, a lo que 'los dueños' piensan y someten, este tema es canalla y mortal.
Arahí responde a la guitarra en un inicio que guiña a Julieta Venegas, al Pop ilustrado del nuevo siglo. 'Agua De Vos' sirve de bonito interludio, de óptima optimización del optimismo. Vuelta al Pop-Rock, eminentemente británico, y teclas majestuosas...
Primera de las incursiones políticas, a modo del Zappiano 'Central Scrutinizer', en forma de sagaz crítica a los 'amos del mundo' y la postura que Menem adoptó en su día para con ellos. 'EEUU' es una irresistible reivindicación cómica e hiriente que trata sobre el sometimiento, el caudillismo y el beneficio personal por encima del global.
'Pizza Con Champagne' es un incisivo tratado de Prog actual. Una altiva y refrescante composición de líneas maestras recostadas en el Sinfo europeo de los últimos tiempos. Juguetonas teclas, una vez más impresionante cooperación del bajo y los parches, más política, más carga social, irreverencia, sexo y proselitismo. Y dioses de papel. E hijos de puta que se afilian a la ilustre diestra. Y una pieza que nunca agoniza, que desaparece súbita y te deja a medio saciar... aún hambriento.
'Se Parecen' te devuelve la parte Jazzy en un principio para ir navegando por aguas más propias del Prog conforme evoluciona el tema. De un Prog a ratos envenenado en los 70's, los músicos debatiendo alrededor de un Hammond, quizá emulado, Arahí sobrecantando portentosa encima de la voz de Guido, ¿o quizá Guillermo? y vuelta definitiva a la calma del Jazz... Ya te has dado cuenta que, realmente, no se parecen a nadie y brindas por eso...
Segunda aparición del guiño Zappiano, 'Wachin Steijen Houpen Vaidor' es, en un perfecto inglés porteño, un intento de recuperación de lo propio y una patada a la puta e insana globalización. Una reivindicación de lo autóctono, en inglés y sin celular...
'La Chica Del Pasaje' recupera postulados contemporáneos, a ratos parece una banda que bien podría formar en la escudería Inside Out, a ratos parece que se aleja de eso con premura y casi siempre consiguen sonar alejados de todo. Aunque, en su inteligente efecto muelle, se aproximen a muchas cosas. La producción sigue asombrando, el pulcro sonido y la inexistente saturación provocan una separación de instrumentos reconfortante. Una amplitud inusitada. Como amplios son las interacciones del Hammond de nuevo y las guitarras, en esta ocasión a cargo de Leonel Felipelli. Santiago y Mariano a lo suyo, a impartir masterclasses de elegancia y precisión. Gratis. El tema termina entre un solo de batería breve e inesperado, unas teclas desatadas y la voz de Arahí disfrazada de instrumento. Una delicia de tema para acabar un disco colosal.
La Secuela son grandes por sí mismos. Y por lo que apuntan. Realidades con futuro. Si con 'pocos medios' y sin respaldo 'major' han conseguido crear una colección de canciones tan sublime y con una edición tan cristalina, no me puedo llegar a imaginar que es lo que harían con lo contrario. O quizá si... Y, entre nosotros, puede que no les siente tan bien como la independencia y libertad de la que disfrutan. Absolutamente recomendados, a ciegas, a los amantes del Rock Nacional, a los del Prog internacional y los de la buena música. ¿Acaso los creadores del Reivindi-Prog?.
Reseña: Carlos Torrecilla Abenoza
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